Para recorrer la ciudad y verla desde un punto de vista diferente te propongo un plan muy molón.. De hecho, a nosotros fue una de las cosas que hacer en Oporto que más nos gustó.. El plan consiste en dar un paseo en un rabelo por el Duero para ver los seis puentes de la ciudad. Igual ahora te estás preguntando oye, ¿y qué son los rabelos? Son los barcos típicos de la ciudad que antiguamente se utilizaban para transportar las barricas de vino de un lado a otro del río.. Hoy en día además de tener un fin turístico se han convertido en uno de los símbolos del Duero, con permiso del puente, claro.. El paseo dura unos 45 minutos y el relax y las vistas están aseguradas. Puedes reservar el mejor crucero por los seis puentes por 15 euros.